Las primeras semanas: miedos, dudas y más desastres

En Maternidad por mamasyfitnessDejar un Comentario

Después de la felicidad y el momento tan embriagador de ver el test de embarazo (que ni yo tomándome unos de mis mejores mojitos) te invade una sensación extraña: lo que viene siendo el puro MIEDO. Me gusta tener controladas las cosas y soy muy curiosa e impaciente, por lo que un embarazo en mi vida supone una bomba de relojería a puntito de estallar.

Lo primero que hice, como buena primeriza, fue pedir cita con el ginecólogo. Como la Dra. donde acudo normalmente no pasaba consulta esa semana, pedí cita para un Dr. del mismo equipo. Dicho y hecho: en un par de días el papi y yo nos plantamos en la consulta. Le explico la situación: me he hecho un test (bueno en realidad dos, pero no quería confesar mi histerismo) y «creo» que estoy embarazada. En ese momento no se cómo el hombre no se partió de risa ¿acaso lo dudas chica?

Me pidió le fecha de mi última regla y lo primero que me dijo fue: «has venido muy pronto hija, te voy a hacer una ecografía, pero no se va a ver nada» y así lo hizo.

Ecografía al canto y allí ni saco «ni ná», que decepción. ¿Ve como yo dudaba Dr.? ¿Y ahora quien me confirma a mí que esto es verdad? El Dr. me lo explicó claramente: estando de tan poquito tiempo es imposible ver nada y le quitó importancia, haciéndome volver en 15 días. PapiFit tan contento y relajado y yo echa un manojo de nervios y de dudas, muchísimas dudas:

– ¿Y dónde está el embarazo?

– ¿tendré un embarazo ectópico?

– ¿será un embarazo viable?

– ¿le habré hecho daño haciendo deporte? (ya sé que no, pero aún así, por el instinto maternal o este estado hormonal que me invade, pues me lo pregunté)

– Y un sin fin de cuestiones que se vieron incentivadas por mis consultas a Don Google (si, ya lo sé que no se debe hacer, chica mala; pero es inevitable) y que llevaron a mi cabeza palabras que nunca antes había oído como: huevo huero, aborto espontáneo, aborto retenido y algunas más que imagino que a más de una futura mami  también le pasaron por su cabecita (o estoy para que me encierren)

Y de aquí volví a mi revisión (antes de que pasasen 15 días, yo no podía 15 días con tanta ansiedad acumulada) y ya por fin le vimos ¡que alegría! ¡ahí está y es verdad!

Tras ese momento de subidón, pasó un tiempo, pero: después de uno de los miles de pipís que se hacen al día en el embarazo (acostúmbrate a esto) vino el susto más grande que me he dado: me limpio y mancho marrón clarito- rosita. Se me paró el corazón y corriendo al médico. Todo quedó en un susto y debió ser algún vasito que se rompió sin ningún mal mayor, pero mejor me ahorro explicaros la visita con la Dra. que me tocó que no me explico nada y que según ella me debería haber quedado en casa a ver si ya manchaba más o no. Cuando se lo conté a mi Dra. me comentó las posibles causas, cuál era la mía y que había hecho bien en ir: ¡¡¡gracias!!! ¡¡¡así sí!!!

Y así siguieron las semanas: algún miedo al no sentir al bebé todavía, menos actividad deportiva que antes (desgraciadamente para mí) y malestares.

¿Qué tal vuestras primeras semanas?

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